Foto: Dmytro Kozatsky | La planta de Azovstal, Mariupol. 7 de mayo de 2022 | Soldados ucranianos dentro de la planta metalúrgica de Azovstal, la cual fue destruída.
“¡Recuerda el Álamo y los que MURIERON! ¡Los tejanos vinieron de lejos para ponerse del lado de Sam, Houston!” Todos los escolares que crecieron en Texas (incluido yo mismo) tuvieron que memorizar estas líneas. Debemos recordar el Álamo, el grito de guerra que finalmente condujo a la derrota del ejército mexicano del general Santa Anna, en San Jacinto en 1836.
Cuando escucho las noticias, muchos periodistas se refieren a la planta siderúrgica de Azovstal, en Mariupol, como el Álamo ucraniano. Como los testarudos tejanos, el batallón Azov, incluidos mujeres y niños, se esconde en las ruinas de la fábrica de los constantes ataques de los rusos. Al igual que el Álamo, Azovstal inevitablemente caerá: los rusos superan en número y armas a los defensores ucranianos. Pero la caída de Azovstal se convertirá en el eslogan de la nación ucraniana: “¡Recuerden Azovstal y los que MURIERON! ¡Los ucranianos están firmemente del lado de la libertad!”