Foto: Evgeniy Maloletka | Ciudad de Mariúpol. 2 de marzo de 2022 | La peor tragedia que uno puede vivir es la muerte de un hijo frente a tus propios ojos.
Cada vez que muere un niño es un duelo bíblico y un inmenso dolor. Las familias ucranianas están arriesgando sus vidas en busca de seguridad. Durante una evacuación, 39 personas, incluidos cuatro niños, murieron en la estación de tren de Kramatorsk por un ataque con misiles rusos contra una multitud de personas. Recientemente, una familia de Mariupol llegó a Rumanía: un padre y cinco hijos pequeños. Los niños estaban conmocionados y habían estado viviendo en un sótano durante dos semanas, tratando de protegerse de los ataques aéreos. Esta guerra se está saliendo de control, dejando a los niños con un trauma a largo plazo que no se puede subestimar.